Nace Isaac Asimov

Margie entró en el aula. Estaba al lado del dormitorio, y el maestro automático se hallaba encendido ya y esperando....
La pantalla estaba iluminada.
—La lección de aritmética de hoy— habló el maestro —se refiere a la suma de quebrados propios. Por favor, inserta la tarea de ayer en la ranura adecuada.
Margie obedeció, con un suspiro. Estaba pensando en las viejas escuelas que había cuando el abuelo del abuelo era un chiquillo. Asistían todos los chicos del vecindario, se reían y gritaban en el patio, se sentaban juntos en el aula, regresaban a casa juntos al final del día. Aprendían las mismas cosas, así que podían ayudarse con los deberes y hablar de ellos.
Y los maestros eran personas....(*)

Para recordar al científico y al escritor, tal como lo fue Isaac Asimov, los invitamos a leer esta entrevista ficticia. Algunas de las preguntas le fueron realizadas en programas televisivos; otras, fueron creadas a partir de la autobiografía del autor.

Entrevistador:—¿Qué les contaría a nuestros lectores en relación a su nacimiento?

I.A.: —Nací en Rusia, el 2 de enero de 1920. Como saben, mi madre cambió mi fecha de nacimiento para que ingresará antes a la escuela, al conocer esto me empeñé en volver a tener en mis documentos la fecha verdadera.

Entrevistador:—¿Cuándo llegó a Estados Unidos?

I.A.: —En el año 1923, llegué a Nueva York un 3 de febrero.

Entrevistador:—¿Cómo fue su vida desde niño en Estados Unidos?
I.A.:—Mi padre se dedicó a la venta de dulces en una tienda de su propiedad. Comencé a estudiar en Nueva York. En junio de 1935 me gradué en la escuela secundaria. Continué estudiando y egresé de la Universidad de Columbia, en 1939, con un título en Química. En 1948 logré el doctorado en Química.


Entrevistador:— ¿Con respecto al trabajo: cómo logro esos hábitos tan fuertes?

I.A: —Comencé trabajando en la tienda de mi padre; lo ayudaba cuando mi madre pasaba su tercer embarazo y no podía trabajar.
Durante mis estudios en la universidad, desempeñé varias ocupaciones: Durante el verano trabajé en la empresa “La combinación”; fui mecanógrafo
de un profesor de Sociología. Trabajé como químico en los astilleros de Filadelfia. En junio de 1949 tomé un trabajo como instructor de bioquímica en la Facultad de Medicina de la Universidad de Boston; fui ascendido a profesor asistente en diciembre de 1951.
El 1 ° de julio de 1958, me convertí en escritor de tiempo completo. Fui despedido por elegir ser un excelente profesor y escritor de ciencia en lugar de un investigador mediocre.


Entrevistador:— ¿Cómo comenzó a escribir?

I.A.:— Comencé a escribir cuando tenía once años para los compañeros de Greenville, en el colegio. Tenía previsto que fuera el primer libro de una serie. Después de escribir solo ocho capítulos sobre las aventuras de los niños que vivían en un pueblo pequeño, en el proceso, hice un descubrimiento muy importante: Luego que escribí los dos primeros capítulos, conté la historia que había escrito a un amigo, en la escuela, durante la hora del almuerzo. Cuando me detuve, mi amigo me pidió que continuara. Le explique que era todo lo que había hecho hasta ese momento. A partir de allí tome muy en serio ser escritor.


Entrevistador:—¿Qué piensa usted del libro?

I.A.:—El libro es una empresa compartida entre el escritor y el lector, como ninguna otra forma de comunicación puede serlo. La palabra impresa presenta un mínimo de información. Todo lo demás tiene que ponerlo el lector: la entonación de las palabras, la expresión de los rostros, la acción y el escenario han de ser extraídos de estas sartas de símbolos en blanco y negro.  Si usted pertenece a esa pequeña y afortunada minoría para quienes la lectura es fácil y agradable, el libro, en cualquiera de sus manifestaciones, le será irreemplazable e indestructible, porque exige participación. Por agradable que sea el papel de espectador, participar siempre es mejor.


Entrevistador:— Dr. Asimov: ¿Qué papel juega el divulgador científico en una sociedad tan tecnificada como la nuestra?

I.A.: —La ciencia es cada día más importante en nuestra sociedad. Cada día hay más aspectos que dependen de los avances científicos y esto hace que gran parte de la sociedad se encuentre perdida. Muchas personas no saben cómo funcionan las computadoras o qué hacen los robots, o no entienden el significado de los últimos avances científicos. Yo creo que es importante que conozcan la ciencia porque esta afecta a sus vidas y a la sociedad en la que viven. Además, los ciudadanos, con sus impuestos, son los que pagan el desarrollo científico y tienen derecho a saber qué está pasando. Una forma de lograr esto es que aquel que sepa, explique la ciencia  a la gente de la manera más clara y seria. Una de las misiones que me he impuesto es la de servir de intermediario entre la ciencia y el sector no científico de la sociedad.


Entrevistador: — Usted escribe y ha escrito ciencia-ficción y también ciencia. ¿Cree usted que se ha acortado la distancia entre la realidad y la ficción?

I.A: —La ciencia-ficción se consideraba antes como un simple ejercicio de fantasía. En los últimos treinta o cuarenta años se ha visto que temas considerados como simple ciencia-ficción se han hecho realidad. El hombre ha llegado a la Luna; tiene robots y computadoras que trabajan para él... la imaginación del escritor de ciencia-ficción acertó.
Puede ser que la realidad y la ciencia-ficción se acerquen pero nunca se alcanzarán ya que la misión del escritor es la de ir más allá. Cuanto más avance la ciencia, más lejos estará la base desde la que despega la imaginación del escritor de ciencia-ficción. No creo, pues, que se alcancen nunca pero hoy ya no puede considerarse la ciencia-ficción como algo para tomar a broma.


Entrevistador:— ¿Está usted de acuerdo con la afirmación que en el siglo XXI se considerará analfabeto a quién no sepa manejar una computadora?

I.A.: —Si, me temo que así será a menos que nuestra sociedad se derrumbe antes. Las computadoras intervienen cada día más en nuestra vida, y más y más cosas importantes se hacen a través de ellas, de modo que... que si, que puede que se considere a quien no sepa utilizarlas como a quien hoy no pueda usar un instrumento de escritura. Hoy mismo, ya empieza a ser necesario y en el futuro los niños tendrán que aprender a usar las computadoras y lo harán,... lo harán.


Entrevistador:—Por último, Dr. Asimov: si tuviera usted la ocasión de entrevistar al Dr. Asimov , ¿qué le gustaría preguntarle?

I.A.: — Si yo no fuera Isaac Asimov y tuviera la oportunidad de entrevistarlo, supongo que le haría una 
pregunta que todos me hacen y que es esta: ¿Cómo se las arregla para escribir todos esos libros? Y la respuesta que le daría es la que doy siempre: Es la única cosa que me hace de verdad feliz: escribir. Y cuando tienes algo que te hace feliz y que además te pagan para que lo hagas ... puedes hacer un montón.

Para finalizar, les ofrecemos esta cita de Asimov que nos invita a reflexionar sobre la ciencia:
 

La ciencia no es una colección de recursos, habilidades, o siquiera explicaciones. Estos son productos de la ciencia, pero no la ciencia en sí misma, como tampoco una mesa es la carpintería, o pararse en la línea de llegada es correr ... La ciencia es un proceso, es una forma de pensar, una manera de enfrentar y posiblemente resolver problemas, una ruta a través de la cual se puede obtener orden y sentido a partir de observaciones caóticas y desorganizadas. A través de ella, podemos alcanzar conclusiones útiles y resultados que son convincentes y sobre los cuales existe una tendencia a coincidir. Estas conclusiones científicas son comúnmente consideradas una aproximación razonable a “la verdad”... sujeta a enmiendas posteriores.

A través de este enlace se puede acceder a un completo artículo sobre la vida y la obra de Asimov publicado en Wikipedia.

(*) “Cuánto nos divertíamos”, en Cuentos completos I, Buenos Aires, Editorial Nova.

Fuentes consultadas:

Biografías y Vidas. http://www.biografiasyvidas.com/biografia/a/asimov.htm
Página de Isaac Asimov. http://www.asimovonline.com/asimov_home_page.html
La fundación online. Entrevistas. A Ciencia Cierta http://lafundacion.webcindario.com/asimovciencia.htm.