Revolución de Quebracho

La Revolución del Quebracho fue una batalla que se produjo en Uruguay en una villa en el noroeste del departamento de Paysandú, sobre la cuchilla del Queguay al norte del arroyo homónimo, entre los días 26 al 31 de marzo de 1886.
Fotografía de Máximo Santos mientras tres personas curan heridas en su rostro.

El problema de la reelección del General Máximo Santos (1885)

En el año 1885, la plana mayor del santismo dominaba en el gobierno pero la situación política era inestable, y la opinión adversa. La finalidad inmediata del santismo ante la proximidad del término del período del General Santos, era hacer triunfar su continuidad en el mando. Para ello siguió un proceso que no pudo sobrellevar el peso de la oposición, cada vez más intensa. En un primer momento posibilitó el acceso de Máximo Santos al Parlamento Nacional (marzo 1885). Posteriormente se hizo elegir como futuro presidente de la República al Dr. Francisco A. Vidal, incondicional de Santos subordinado a su fortísima influencia.

La presidencia del Dr. Francisco A. Vidal y la Revolución del Quebracho

La presidencia del Dr. Vidal, destinada a efectuar la reelección inmediata del mismo Santos, levantó gran oposición. La designación de Máximo Santos como Ministro de Guerra apresuró la rebelión que desde los últimos meses de vida del gobierno anterior, se preparaba en la República Argentina.

La rebelión de 1886 llamada Revolución del Quebracho, no tuvo carácter partidista. Fue una rebelión del legalismo contra el militarismo. El enfrentamiento fue llegando de manera cada vez más inevitable. Por un bando estaban Francisco Antonio Vidal, nuevo senador del artificialmente creado departamento de Flores, preparando sin pudores la continuidad de Santos. Por otro lado, la Junta Revolucionaria actuando en Buenos Aires con representantes de los tres partidos a su frente: con el colorado Lorenzo Batlle, con los blancos Juan José de Herrera y Martín Aguirre, con el constitucionalista Gonzalo Ramírez y con presencia del Coronel Gaudencio, Jefe político montevideano de Pedro Varela en los primeros años del proceso dictatorial. Entre el 30 y el 31 de marzo se llevó a cabo la batalla, por unos denominada del Quebracho, y por otros de Puntas o Palmeras de Soto. Cuando cesó el fuego, los revolucionarios tenían más de 200 muertos y más de 600 prisioneros.

La revolución no duró ni una semana, desde el 26 hasta el 31 de marzo. El general Máximo Tajes, designado para mandar las fuerzas del gobierno, venció y capturó a casi toda la fuerza revolucionaria. Los prisioneros fueron puestos en libertad, después de su traslado a Montevideo, en un gesto político que benefició a Santos a la opinión pública.
Cuando la rebelión estuvo sofocada se activó el proceso que concluiría con la reelección del General Santos, para el que se creó la mayor jerarquía militar conocida en el país con el grado de Capitán General del ejército nacional. El 21 de mayo se proclamó a Santos senador por el departamento de Flores; se logró la renuncia del presidente del Senado y se eligió de inmediato a Santos para reemplazarlo. El 24 de mayo, el Dr. Vidal renunció a la presidencia de la República que fue ocupada automáticamente por Santos en su carácter de Presidente del Senado.

Esta regulada sucesión en el Poder Ejecutivo se conoce en la historia nacional como “la dinastía Santos-Vidal”

Bibliografía

  • Méndez Vives, Enrique (1990). Historia Uruguaya.Tomo V. Montevideo. Editorial Banda Oriental.
  • Nahum, Benjamín (1994). Manual de Historia del Uruguay 1830-1903. Montevideo. Editorial Banda Oriental.