Libro “Casavalle bajo el sol”.

Reseña del libro

Esta investigación es el resultado de un trabajo colectivo de intervención, y aborda las problemáticas de las ciudades latinoamericanas contemporáneas a partir de la profundización etnográfica en una zona paradigmática de la periferia montevideana, conocida como Casavalle, dentro del cual a su vez se hace foco en la conjunción de varios entornos específicos en sus relaciones mutuas.

La introducción se estructura en base a una reflexión sobre las relaciones entre investigación e intervención en el campo de las ciencias humanas y sociales en sus vínculos con otros saberes y prácticas ligadas a las políticas públicas y los movimientos sociales.

El libro se compone de tres grandes partes con sus respectivos capítulos.

En la primera, se estudia la territorialidad, en los diferentes procesos de espacialización presentes (lógica de fragmentación, la contaminación en tanto que mancha voraz, la expansión de la ocupación en los bordes de lo urbano, el hacinamiento y la compartimentación, las tensiones y fusiones entre la homogeneización previa de los complejos y la fluidez de los asentamientos, y la particularización de la autoconstrucción).

La segunda parte corresponde al cartografiado de las identidades múltiples de los habitantes de la zona, a partir de prácticas más o menos instituidas, asociadas a trabajos, labores y diversos universos existenciales que en lo cotidiano producen subjetividad (la migración hacia las ciudades, de alcances regionales, sosteniendo otros hogares, ocupados en el ejército o la policía, recolectando y clasificando basura, haciendo feria e intercambiando en diversos modos, usando las manos desde la madera al hardware), así como de una serie de dimensiones que afectan a la trama precedente (la transversalidad de la presencia afro-descendiente, las escalas y dimensiones de las estigmatizaciones, y el sistema condensado en el consumo de la pasta base de cocaína en sus efectos en las formas de habitar).

La tercera parte esboza un estudio de las memorias sociales existentes, a partir de historias de vida y fuentes documentales desde las primeras décadas del siglo XX con los barrios jardín, pasando por los complejos habitacionales y la proliferación de asentamientos.

Las conclusiones apuntan a una teoría comunicacional del diseño urbano y territorial, así como a plantear algunas interrogantes sobre la forma en que se construye al otro prójimo, tan cercano y tan distante, en los laberintos de la exclusión y la desigualdad de principios de milenio.