Fotografía de Amadeo Modigliani, Pablo Picasso y André Salmon en París, en 1916 | Autor: Jean Cocteau | Licencia: dominio público
Nació en Málaga el 25 de octubre de 1881, es hijo de María Picasso López y del profesor de arte José Ruiz Blasco. (Hasta 1898 siempre utilizó ambos apellidos para firmar sus obras, pero alrededor de 1901 decidió utilizar sólo el materno). La familia Ruiz Picasso pronto se trasladó a La Coruña y de allí a Barcelona, donde el joven Pablo inició sus estudios artísticos dentro de un estilo totalmente académico; pero pronto se contactó con grupos modernistas que hicieron cambiar su forma de expresión.
París se convirtió en la gran meta de Pablo y así fue como entre 1900 y 1902 hizo tres viajes a esta hermosa ciudad, pero se estableció finalmente allí en 1904. El ambiente bohemio de las calles parisinas le fascinó desde un primer momento, por lo que mostró en los cuadros a la gente en los salones de baile y en los cafés su asimilación del postimpresionismo de Paul Gauguin y del simbolismo de los pintores nabis. Ejercieron, además, una gran influencia sobre Picasso la temática de la obra de Edgar Degas y el estilo de Henri Marie Raymond de Toulouse-Lautrec.
En su primera época en París se hizo amigo del poeta Max Jacob, el escritor Guillaume Apollinaire, los marchantes Ambroise Vollard y Daniel Henry Kahnweiler, y los ricos estadounidenses residentes en Francia Gertrude Stein y su hermano Leo, quienes se convirtieron en sus primeros mecenas. Todos ellos fueron retratados por el pintor.
Su gran creación, el cubismo.
Entre 1901 y 1907 se desarrollaron la Etapa Azul y la Etapa Rosa, caracterizadas por el uso de esos colores. La pintura de este tiempo estaba sufriendo continuos cambios y Picasso no se quedó al margen; así que se interesó por Cézanne y partiendo de él desarrolló una nueva fórmula pictórica junto a su amigo Braque: el cubismo. Éste se basa en una escuela y teoría estética aplicable a las artes plásticas y al diseño, desarrollada principalmente en Francia entre 1907 y 1914. Se caracteriza por la destrucción de la perspectiva, como forma de reflejar la idea de relatividad del conocimiento. Ya no se pretende ubicar espacialmente el objeto, sino reflejar simultáneamente todas sus posibilidades, para presentarlo tal como lo recibe la mente, y no como se ve. El protagonista de la pintura es lo cotidiano: botellas, frutas, etc.
Pero Picasso, siempre innovador, no se quedó quieto en su creación sublime, sino que en 1912 practicó el collage en la pintura, Naturaleza muerta con silla de paja (Museo Picasso, París), combinando pasta de papel y un trozo de hule sobre un lienzo pintado sólo en algunas zonas, que representa un vaso, un periódico, una pipa, una ostra y un limón. Esta técnica marcó la transición hacia el cubismo sintético. Esta segunda fase del cubismo es más decorativa, y el color juega un papel más destacado, aunque nunca de manera exclusiva.
Picasso fue un gran revolucionario, ya que cuando todos los pintores se interesaban por el cubismo, él se preocupaba por el clasicismo de Ingres; durante una temporada alternó obras clasicistas con otras totalmente cubistas. Aunque no participó abiertamente en el movimiento surrealista de 1925, éste le sirvió como elemento de ruptura con lo anterior.
A Picasso, al igual que le ocurrió a Goya, le influyó sobremanera tanto la situación personal como la social a la hora de trabajar. Sus relaciones con las mujeres, muy tumultuosas en ocasiones, influyeron seriamente en su obra. Pero lo que afectó de forma tremenda al artista fue el estallido de la Guerra Civil Española. El 26 de abril de 1937, la aviación alemana, por orden de Francisco Franco, bombardeó el pueblo vasco de Guernica. Pocas semanas después Picasso comenzó a pintar el enorme mural conocido con este mismo nombre. En menos de dos meses terminó la obra, y la exhibió en el Pabellón Español de la Exposición Internacional de París ese mismo año. Fue el bombardeo de Guernica lo que provocó la realización de la obra más famosa del arte contemporáneo. El cuadro no retrataba el acontecimiento en sí, sino que quiso expresar con él la violencia y crueldad de los hechos mediante la utilización de imágenes como el toro, el caballo moribundo, el guerrero caído, la madre con su hijo muerto o una mujer atrapada en un edificio en llamas.
Asimismo el desarrollo de la II Guerra Mundial contribuyó a que la obra de Picasso se oscureciera y a que la muerte fuera el tema más frecuente en la mayor parte de sus trabajos. Muchos de los últimos cuadros de Picasso están basados en las obras de los grandes maestros del pasado como Diego Velázquez, Gustave Courbet, Eugène Delacroix y édouard Manet.
Además de trabajar en la pintura de cuadros, Picasso también lo hizo en cientos de litografías que realizó en la imprenta de Fernande Mourlot. Se interesó también por la cerámica, y así, en 1947, en Vallauris, realizó cerca de 2.000 piezas. Durante este tiempo hizo importantes esculturas: El hombre del carnero (1944, Museo de Arte de Filadelfia), un bronce a tamaño natural y La cabra (1950, Museo de Arte Moderno), también en bronce.
París fue su refugio durante mucho tiempo, pero los últimos años de su vida los pasó en el sur de Francia, trabajando en un estilo muy personal, con vivos colores y formas extrañas. Falleció en Mougins el 8 de abril de 1973, en un momento en que estaba preparando dos exposiciones, demostrando de esta manera su capacidad creativa hasta el final.