Medio siglo después del surgimiento en Europa, el nacionalismo musical se perfila en el Uruguay siendo sus más significativos representantes: E. Fabini, A. Broqua y L. Cluzeau Mortet, en su vertiente rural y J. Lamarque Pons en su vertiente ciudadana. Los primeros nutrieron su inspiración en tristes, vidalitas, pericones y otras especies folclóricas mientras que Lamarque buscó sus temas en la música popular ciudadana como el tango, la milonga y el candombe.
Imagen Partitura autógrafa de Fabini Fuente: diario. "lmparcial", Montevicleo, 17 de octubre de 1925.