Baldassare Verazzi (- 1886) Retrato de Fructuoso Rivera en Wikimedia Commons. Disponible en Internet: https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Fructuoso_Rivera.jpg
Garino, Esteban, "Acción del Rincón" [Imagen]. Disponible en Internet: www.revisionistas.com.ar
A partir del Desembarco de los Treinta y Tres orientales en la playa de la Agraciada, se fue conformando un grupo de patriotas orientales, que constituyó el ejército cuyo objetivo fue derrotar a las fuerzas ocupantes del Imperio del Brasil, y obtener la independencia de la Banda Oriental de su dominio.
Es de destacar la incorporación del Gral. Fructuoso Rivera, “Don Frutos” como se solía llamarlo; que luego de la reconciliación con Lavalleja en el célebre “Abrazo del Monzón” (por el nombre del arroyo en cuyas costas se encontraron ambos jefes), era el hombre que mejor conocía el territorio de la Banda Oriental; y quien gozaba además, desde los tiempos de Artigas, de un gran prestigio entre los paisanos de la Banda oriental.
Esta batalla tuvo inicialmente la intención de robar la caballada que tenían los brasileños en la zona del "Rincón de las gallinas" y terminó siendo un enfrentamiento militar entre los orientales y brasileños, donde estos últimos se vieron diezmados. La pérdida de este medio para movilizarse rápidamente generó un grave trastorno para el ejército brasileño, y en cambio aportaría al ejército oriental una ventaja contra sus adversarios.
En la mañana del 24 de setiembre las tropas brasileñas con unos 700 soldados se dirigieron al lugar donde se encontraban los caballos, desconociendo que habían sido asaltados y allí fueron emboscados por Rivera y sus hombres que aprovecharon la oportunidad y los atacaron sorpresivamente.
El ejército oriental se organizó en tres frentes:
- una al centro constituída por las fuerzas provenientes de Durazno que comandaba el Cnel. Julián Laguna,
- a la izquierda las milicias provenientes del Depto. de Soriano al mando del Cap. Miguel Sáenz,
- y a la derecha el propio Rivera comandaba sus dragones.
Con la misión de adelantarse sobre la columna brasileña simulando ser un pequeño piquete de guerrilleros, envió una pequeño grupo de 40 fusileros, al mando de los Caps. Gregorio Más y Manuel Benavídez.
Rivera logró que las tres columnas brasileñas se concentraran y debieran replegarse para caer en un terreno pantanoso - los llamados “bañados” - donde les era extremadamente dificultoso desplazarse.
En esa posición fueron atacados por el ejército de Rivera en pleno, que pese a ser menos cantidad y tener menos armamento, aprovechando la sorpresa y en medio de la confusión e inmovilidad que enfrentaron los brasileños, lograron derrotarlos.
Los soldados brasileños se replegaron en total desorden, siendo perseguidos por los orientales, quienes hicieron cientos de prisioneros incluyendo una veintena de oficiales y capturaron un importante parque militar, comprendiendo armas y municiones que fueron un valioso aporte al ejército oriental; además de la caballada inicialmente capturada.