Louis Pasteur - 1885 | Autor: Albert Edelfelt | Licencia: dominio público
Su descubrimiento más conocido es el proceso conocido como pasteurización, mediante el cual se eliminan las bacterias patógenas por medio de la aplicación de calor.
Durante su niñez, concurrió a la escuela y ayudaba a su padre en el trabajo de la curtiduría familiar. Sus estudios en educación secundaria transcurrieron en el Liceo de Besançon donde no se destacó como estudiante en general, sin embargo presentaba una aptitud especial para la pintura, por lo que su primer deseo fue ser profesor de arte.
En 1842 terminó el bachillerato, paradójicamente con mínimas calificaciones en química. Sin embargo comenzó a asistir a las lecciones del gran químico francés Jean-Baptiste Dumas, lo que generó un interés especial por dicha disciplina. A pesar de esos principios desfavorables en la química, Pasteur se empeñó en que la misma se convirtiera en el trabajo de su vida y en pocos años, el estudiante poco destacado dirigió un programa de investigación que le dio fama internacional y se doctoró en ciencias en la Escuela Normal Superior de París.
Durante los años 1847 y 1853 se dedicó a la docencia en la Universidad de Estrasburgo y en 1854 fue nombrado decano de la Facultad de Ciencias en la Universidad de Lille. Durante este período se dedicó a estudiar los problemas de la industria del vino generados por la irregularidad de la fermentación alcohólica, la que provocaba grandes pérdidas económicas debido a su deterioro.
Demostró que todo proceso de fermentación y descomposición orgánica se debe a la acción de organismos vivos presentes en el ambiente y que el crecimiento de los microorganismos no era debido a la generación espontánea. De esta manera rebatió que estos agentes patógenos se producían espontáneamente, como se creía en ese entonces, y dio la base para desarrollar la teoría germinal que plantea que todo ser vivo proviene de otro ser vivo.
En 1871 el propio Pasteur obligó que en los hospitales militares se hirviera el instrumental y los vendajes de manera de evitar infecciones en los heridos. También desarrolló un nuevo método de eliminación de microorganismos, ahora en los alimentos como el vino y la leche, por medio de la elevación de la temperatura hasta los 55 grados por un tiempo breve, proceso llamado pasteurización, en honor a su descubridor.
Descubrió el dimorfismo del ácido tartárico, al observar al microscopio que el ácido racémico presentaba dos tipos de cristal, con simetría especular. Fue por lo tanto el descubridor de las formas dextrógiras y levógiras que desviaban el plano de polarización de la luz con el mismo ángulo pero en sentido contrario. Este hallazgo le valió la concesión de la Legión de Honor Francesa, con sólo 26 años.
Ya con edad avanzada, Pasteur desarrolló la metodología para atenuar la virulencia de microorganismos patógenos que pudieron ser entonces utilizados para la fabricación de vacunas. Él mismo obtuvo vacunas eficaces contra el cólera de los pollos, el ántrax y la erisipela del cerdo. En 1881, hizo una demostración dramática de la eficacia de su vacuna contra el ántrax, inoculando la mitad de un rebaño de ovejas mientras inyectaba la enfermedad a la otra mitad. Las inoculadas con la vacuna sobrevivieron, el resto, murió.
Uno de sus aportes más famosos fue la creación de la vacuna contra el virus de la rabia. El 6 de julio de 1885 un niño llamado Joseph Meister fue el primero en recibir esta solución frente a la mordida de un perro rabioso y gracias al descubrimiento de Pasteur no desarrolló la hidrofobia.
Durante su vida, Pasteur le dio gran importancia al trabajo en el laboratorio. Consideraba que ese era el lugar donde se encontraría la salud y el bienestar para la humanidad. Con sus descubrimientos, sin duda contribuyó en esa línea y dio el puntapié inicial para la Edad de Oro de la Microbiología.
Fue director de estudios científicos de la Escuela Normal de París y director del Instituto Pasteur desde que lo creó, en 1888, hasta el día de su muerte.
Es considerado el pionero de la microbiología moderna y en su honor se otorga su nombre al Instituto de Investigaciones de Paris y todas sus filiales las que constituyen una red internacional de 49 laboratorios, una de las cuales se encuentra en Montevideo Uruguay.