Monumento a Bartolomé Hidalgo, creado por Ramón Bauzá | Autor: desconocido | Creative Commons Genérica de Atribución/Compartir-Igual 3.0
Se trata de una figura trascendente dentro de las letras latinoamericanas, ya que, siendo conocedor de la denominada “poesía culta” fue capaz de componer obras literarias innovadoras, dando inicio a la denominada “literatura gauchesca”. Desde la creación literaria abordó temas sociales y políticos, fundamentalmente a través de sus “Diálogos” y “Cielitos”, composiciones poéticas que adquirieron rápidamente un carácter popular, contribuyendo a difundir la proclama americana de la independencia.
Bartolomé Hidalgo perteneció a una humilde familia, compuesta por sus padres, Juan Hidalgo y Catalina Ximénez y Figueroa, y sus cuatro hermanas (dos de las cuales fallecieron al poco tiempo de haber nacido). Recibió una educación religiosa a cargo de los frailes de la Orden de San Francisco. Tras fallecer su padre, y siendo el único varón, trabajó en el Almacén de Ramos Generales de Martín José Artigas, padre de nuestro prócer José Gervasio Artigas.
Soldado voluntario de la Banda Oriental, se comprometió con la revolución independentista, luchando contra el dominio español y portugués. Participó en diversos acontecimientos de la época: Primer Sitio de Montevideo (1811), Éxodo del Pueblo Oriental (1811 - 1812), y Segundo Sitio de Montevideo (1812 - 1814). En este contexto histórico cobran sentido las palabras de Vladimir Maiakovsky: "sin forma revolucionaria no hay arte revolucionario". (1)
Instruido hombre de ciudad, fue tildado por “La Gazeta de Montevideo” (24 de abril de 1811) como “cultolatinparlo” (expresión que aludía a su formación cultural). Ocupó a lo largo de su vida diversos cargos administrativos, políticos y culturales, entre los que podemos mencionar: Administrador de Correos (1814), Secretario Interino del Cabildo (1814), Ministro Interino de Hacienda (1815), y Director de la Casa de Comedias (1816).
En sus inicios como poeta, Hidalgo escribía composiciones enmarcadas dentro del neoclasicismo, movimiento literario de gran influencia en Hispanoamérica, que retomó los criterios estéticos grecorromanos de equilibrio y armonía. Dentro de estas obras se encuentran: odas, sonetos, marchas patrióticas y piezas escénicas. La “Marcha Oriental” (1811), antecedente de nuestro Himno Nacional, es un claro ejemplo de obra neoclásica. Lauro Ayestarán (2) entiende que dicha canción patriótica tiene una fuerte impronta europea, que se pone de manifiesto en sus versos y en sus melodías.
Pero Bartolomé Hidalgo pudo trascender, al decir de Daniel Vidart, “las despistadas fórmulas poéticas europeas o europeizantes". (3) A través de sus “Diálogos” y “Cielitos”, fue el creador de una literatura popular y comprometida que reconoció la realidad política y social rioplatense de la época. Los “Cielitos” de Bartolomé Hidalgo eran composiciones poéticas que solían ser danzadas y cantadas con acompañamiento musical de guitarra. Adquirieron gran popularidad y pasaron a formar parte del cancionero folclórico rioplatense. Para su mayor difusión, el propio poeta los vendía, impresos en hojas sueltas, por las calles de Buenos Aires. Algunos de los más conocidos son: “Cielito Oriental” (1816), "Cielito a la venida de la expedición española al Río de la Plata" (1819), y “El Gaucho de la Guardia del Monte contesta al manifiesto de Fernando VII y saluda al Conde de Casa Flores…” (1820).
Muchas de las obras de Hidalgo tienen un carácter gauchesco. El nombre de “gauchesco”, introducido por Ricardo Rojas en las primeras décadas de nuestro siglo como tecnicismo, hace referencia a los autores que, culturalmente ciudadanos, eligieron voluntariamente el habla rústica del campo rioplatense para su obra literaria. En este sentido, Hidalgo es, según Bartolomé Mitre “el Homero de la poesía gauchesca”. (4) De forma complementaria, Domingo Faustino Sarmiento, lo definió como: “el primero de los poetas gauchi – políticos del Río de la Plata”. (5)
En palabras de Jorge Luis Borges:
“La poesía gauchesca, desde Bartolomé Hidalgo hasta José Hernández, se funda en una convención que casi no lo es a fuerza de ser espontánea. Presupone un cantor gaucho, un cantor que, a diferencia de los payadores genuinos, maneja deliberadamente el lenguaje oral de los gauchos y aprovecha los rasgos diferenciales de este lenguaje, opuestos al urbano.” (6)
Olga Fernández Latour de Botas, reflexionando acerca de la figura del gaucho en la obra del mencionado escritor, afirma:
“Bartolomé Hidalgo fue el primero en colocar al gaucho en el sitial de héroe patriótico, elevarlo del plano del costumbrismo escénico al de vocero de la independencia americana (…) La extraordinaria importancia de la obra de Bartolomé Hidalgo estriba, pues, sobre todo, en haber elevado al gaucho rioplatense al plano de los símbolos.” (7)
Nuestro primer poeta gauchesco también es considerado por muchos como el “poeta de las dos orillas” ya que nació en Montevideo y murió en Morón (provincia de Buenos Aires) en el año 1822, a dos años de haberse casado con Juana Cortina, estando en gran pobreza y estado muy avanzado de tuberculosis.
La bibliografía que estudia su vida y obra incluye a diversos autores, entre los que se encuentran: Lauro Ayestarán, Mario Falcao Espalter, E. Pivel Devoto, Walter Rela, Fernando O Assunção, Jorge Luis Borges, y Augusto Raúl Cortázar. Pero, a pesar de ello, hay aspectos de la biografía de Hidalgo que han adquirido matices de leyenda. Como sugiere Olga Fernández Latour de Botas “…el misterio envuelve íntegramente la figura de Hidalgo como un poncho tejido con las fibras del tiempo” (8). Existen incertidumbres sobre múltiples aspectos de su vida, como: su apariencia, su trabajo como peluquero, y la autoría de algunas composiciones poéticas que se le atribuyen (publicadas sin firma).
Más allá de la distancia temporal que nos separa de este poeta de la época artiguista, subrayamos el carácter inspirador, ideológico y constructor de la identidad nacional de su obra literaria. Al decir de Milton Schinca, Bartolomé Hidalgo fue “… sobrevivido por su poesía popular, esa que el pueblo canta sin saber siquiera quién la escribió, y que es por lo mismo la más dichosa de todas las poesías”. (9)
(1) Maiakovsky, V. En: Benavides, W.: “Historia de la música uruguaya. Un precursor: Bartolomé Hidalgo”, La Onda Digital, 2009 : http://www.laondadigital.com/LaOnda/LaOnda/001-100/30/un%20precursor%20bartolome%20hidalgo.htm [Consulta: lunes 10 de agosto de 2009]
(2) Ayestarán, L.: “El Himno Nacional”, Editorial Arca, Montevideo, 1974. Pp. 7 – 8.
(3) Vidart, D. En Benavides, W.: “Un precursor. Bartolomé Hidalgo”: Vecinet Nº 627. Especial Día del Payador, 2004, http://www.chasque.net/vecinet/noti627.htm [Consulta: lunes 10 de agosto de 2009]
(4) Mitre, B. En: Latour de Botas, O.: “Bartolomé Hidalgo, un patriota de dos países”, Fundación Cultural Santiago del Estero, 2007,http://www.fundacioncultural.org/revista/nota6_33.html [Consulta: lunes 10 de agosto de 2009]
(5) Sarmiento, D. F. En: Latour de Botas, O.: “Bartolomé Hidalgo, un patriota de dos países”, Fundación Cultural Santiago del Estero, 2007,http://www.fundacioncultural.org/revista/nota6_33.html [Consulta: lunes 10 de agosto de 2009]
(6) Borges, J. L. En: Latour de Botas, O.: “Bartolomé Hidalgo, un patriota de dos países”, Fundación Cultural Santiago del Estero, 2007,http://www.fundacioncultural.org/revista/nota6_33.html [Consulta: lunes 10 de agosto de 2009]
(7) Fernández Latour de Botas, O.: “Bartolomé Hidalgo. Un poeta de las dos Bandas. Obra Completa del primer poeta gauchi – político rioplatense”, Editorial Stockcero, Miami, 2007, P. 25.
(8) Fernández Latour de Botas, O.: “Bartolomé Hidalgo. Un poeta de las dos Bandas. Obra Completa del primer poeta gauchi – político rioplatense”, Editorial Stockcero, Miami, 2007, P.11
(9) Schinca, M.: “Boulevard Sarandí”, Ediciones de la Banda Oriental, Montevideo, 1971, P. 67.