¿Por qué y para qué propiciar la irrupción de lo aleatorio en el estado de las cosas cuando aprendemos y enseñamos a filosofar?

Lo que me propongo es un proyecto de intervención que comienza en el 2011 a raíz de la aplicación de una prueba diagnóstica a estudiantes de formación docente. 

En esa prueba (que no he dejado de aplicar cada año hasta hoy 2017) pude constatar un posicionamiento a-crítico de los estudiantes de Formación docente frente al conocimiento y su enseñanza en los primeros años de la carrera; así como un divorcio entre las teorías emancipadoras y las prácticas de enseñanza. Lo que lleva a la reproducción y repetición del estado de las cosas.

A partir de ese momento y en forma sistemática me propuse superar este problema valiéndome para ello de las estrategias propias de la enseñanza filosófica especialmente de la pregunta y el diálogo.
Podríamos hablar entonces de un espiral, de investigación-acción, que presento en ciclos,  para llegar entonces al quinto ciclo que es el que me propongo analizar hoy. Para ello será necesario tomar en cuenta todo el  proceso porque en él aparecen las estrategias filosóficas que fui priorizando para ser utilizadas y a la vez trascendidas cada año hasta llegar al 2017 donde vuelvo a dar un paso más  que será el objeto de esta investigación: 

Vincular la noción de emancipación intelectual de Rancière (2007), con la potestad de asociar o disociar lo recibido, de manera original.

En otras palabra, tal como lo  propone Badiou (2013), la irrupción de lo aleatorio en la estructura del mundo….. En el estado de las cosas.