La fecha fue designada en 1992, en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo, donde se propuso declarar una fecha dedicada a la problemática del agua en el mundo.
El agua es un elemento esencial del desarrollo sostenible. Los recursos hídricos y los servicios que éstos prestan, juegan un papel clave en la reducción de la pobreza, el crecimiento económico y la sostenibilidad ambiental. El agua tiene un impacto positivo en la vida de miles de millones de personas, al incidir directamente en la seguridad alimentaria, en las fuentes energéticas, en la salud humana y en el medio ambiente.
En la actualidad más de 600 millones de personas viven sin suministro de agua potable cerca de su hogar, lo que los obliga a caminar largas distancias para conseguir agua potable, y a enfrentar problemas de salud debido al consumo de agua contaminada.
La respuesta está en la naturaleza
La celebración de este año se centra en explorar cómo la naturaleza puede ayudarnos a superar los desafíos que plantea el agua en el siglo XXI.
Los problemas medioambientales, junto con el cambio climático, provocan las crisis asociadas a los recursos hídricos que ocurren en todo el mundo. Las inundaciones, sequías y la contaminación del agua se agravan con la degradación de la cubierta vegetal, los suelos, los ríos y los lagos. Cuando descuidamos los ecosistemas, dificultamos el acceso a los recursos hídricos, imprescindibles para sobrevivir y prosperar.
Las soluciones naturales pueden dar respuesta a muchos de los desafíos relacionados con el agua: plantar bosques, reconectar los ríos con las llanuras aluviales y restaurar los humedales devolverá el equilibrio al ciclo del agua, además de mejorar la salud pública y los medios de vida.
El Objetivo de Desarrollo número 6, Garantizar la disponibilidad de agua y su gestión sostenible y el saneamiento para todos, incluye una meta de reducir a la mitad la proporción de agua desperdiciada y aumentar su reciclaje.
Datos destacados
- Mundialmente, más del 80% de las aguas residuales que generamos vuelve a los ecosistemas sin ser tratada ni reciclada.
- Hay 1800 millones de personas que usan una fuente de agua contaminada por material fecal, lo que las pone en riesgo de contraer cólera, disentería, tifus o polio. El agua no potable, infraestructuras sanitarias precarias, así como la falta de higiene, causa alrededor de 842.000 muertes al año.
- Las oportunidades de explotar las aguas residuales como un recurso son enormes. El agua tratada de una forma segura es una fuente sostenible y asequible de agua y energía, así como para obtener nutrientes y otros materiales recuperables.
Fuentes:
http://www.un.org/es/events/waterday/