Fuente de las imágenes Fundación Cultural Miguel Hernández (Orihuela, España)
“Era ese escritor salido de la naturaleza
como una Piedra intacta,
con virginidad selvática y arrolladora fuerza vital.”
Neruda, Pablo: España en le corazón
Su padre, Miguel Hernández Sánchez, era un modesto tratante de cabras, y su madre, Concepción Gilabert, se dedicaba a las labores domésticas. Miguel fue el tercer hijo del matrimonio.
A los nueve años comienza la educación primaria en un colegio religioso. Allí conoce a Ramón Sijé, quien sería su gran amigo. Más tarde, a causa de la crisis económica que atraviesa su familia, Hernández debe abandonar el colegio para atender el rebaño de cabras de su padre.
Sus primeras lecturas incluyeron a Góngora, Gustavo A. Becquer, Rubén Darío, Gabriel Miró y Juan Ramón Giménez. En su adolescencia, Ramón Sijé, lo convoca a leer, los clásicos de la literatura española y universal que encuentra en la biblioteca del sarcerdote Luis Almarach. El futuro poeta aprovecha las horas de pastoreo para leer con avidez.
Comienza a escribir hacia 1925. Los temas de sus primeros versos provenían de su entorno inmediato: el huerto, el paisaje de su pueblo natal, el pastoreo. Publicó sus primeros poemas a los quince años, en el periódico oriolano El Pueblo.
A los veintiún años, en 1931, concreta su primer viaje a Madrid. Su estadía en la capital estuvo signada por la penuria económica, pero a pesar de ello, la experiencia allí adquirida, y el contacto con el movimiento cultural madrileño, provocan un gran cambio en la vida y producción literaria del poeta. Unos meses más tarde, regresa a Orihuela sin haber obtenido el apoyo que esperaba.
Dos años más tarde, en 1933, Hernández logra publicar su primera colección de poemas: Perito en lunas; en ella se observa una gran influencia del poeta y dramaturgo español Luis de Góngora . La obra no fue muy bien recibida por la crítica de la época. A pesar de esto, Agustín Sánchez Vidal, en la edición de la Obras Completa del autor, afirma «El gran escritor posterior es inconcebible sin esta “ópera prima” que es donde propiamente nace a la poesía».1 Es por esta época que Hernández comienza a redactar su segundo drama: El torero más valiente, publicado poco después —su primera obra de este género, Quien te ha visto y quien te ve y sombra de lo que eras, aparece en El Gallo Crisis un año más tarde.
Al año siguiente, realiza un segundo viaje a Madrid, con mayor éxito que el primero, y entre 1933 y 1934, escribe para dos revistas neocatólicas: El Gallo Crisis, madrileña y Cruz Raya, orielana. 1934 es un año de gran trascendencia para el poeta: da inicio su relación con Josefina Manresa, quien sería su compañera y esposa; en Madrid se vincula con un grupo de poetas e intelectuales entre los que se encontraba Vicente Alexaindre, Rafael Alberti y Pablo Neruda. Este último estaba en España cumpliendo una función diplomática. Con él especialmente inicia Hernández una profunda y duradera amistad hasta su muerte. El encuentro entre ambos poetas queda testimoniado en la obra del autor chileno España en el Corazón:
Yo lo conocí [a Miguel Hernández] cuando llegaba de alpargatas y pantalón campesino de pana desde sus tierras de Orihuela, en donde había sido pastor de cabras [...]
Miguel era tan campesino que llevaba un aura de tierra en torno a él. Tenía una cara de terrón o de papa que se saca de entre las raíces y que conserva frescura subterránea. Vivía y escribía en mi casa. Mi poesía americana, con otros horizontes y llanuras, lo impresionó y lo fue cambiando.
Me contaba cuentos terrestres de animales y pájaros. Era ese escritor salido de la naturaleza como una piedra intacta, con virginidad selvática y arrolladora fuerza vital. Me narraba cuán impresionante era poner los oídos sobre el vientre de las cabras dormidas. Así se escuchaba el ruido de la leche que llegaba a las ubres, el rumor secreto que nadie ha podido escuchar sino aquel poeta de cabras. Otras veces me hablaba del canto de los ruiseñores. El Levante español, de donde provenía, estaba cargado de naranjos en flor y de ruiseñores. Como en mi país no existe ese pájaro, ese sublime cantor, el loco de Miguel quería darme la más viva expresión plástica de su poderío. Se encaramaba a un árbol de la calle y, desde las más altas ramas, silbaba o trinaba como sus amados pájaros natales.
El segundo viaje a Madrid, y la participación en El Gallo Crisis y Cruz y Raya, señalan una segunda etapa en la creación literaria del poeta español, signada por la poesía religiosa, bajo influencia de Ramón Sijé.
Poco más tarde, con Neruda y Alexaindre, la poesía hernandiana cambia de rumbo. A petición del poeta chileno, Hernández comienza a publicar sus trabajos en la revista Caballo Verde para la Poesía, en forma simultánea con El Gallo Crisis, pero pronto tiene que renunciar a esta última pues ambos medios de prensa eran incompatibles ideológicamente.
Durante su estadía en Madrid, escribe su tercera obra dramática: Los hijos de la piedra, que señala el inicio de los escritos de ideología proletaria. Al respecto, A. Sánchez : “El compartir día a día la suerte de los desheredados fue lo que determinó, más que cualquier ideología, su toma de postura política, no por instintiva menos clara y consciente. Ello le indujo desde fechas muy tempranas a una vivencia de lo cotidiano, natural e inmediato que le llevará a exaltar los objetos más vulgares en una veta de su poesía...” 2
Cuando estalla la guerra en 1936, Hernández se encuentra en su Orihuela natal. Se traslada a Madrid, y poco después, se alista en el Quinto Regimiento. Luego de participar en el entrenamiento en la campaña madrileña, y de formar parte del cuerpo de zapadores, fue nombrado jefe del Departamento de Cultura. Cinco meses después, se incorpora en Andalucía al Altavoz del Frente Sur; este estaba integrado por un grupo de intelectuales encargados de la propaganda revolucionaria. Su tarea consistía en recitar poesía por un altavoz a los enemigos invitándolos a cambiar de bando. Al año siguiente, en marzo de 1937, contrae matrimonio civil con Josefina Manresa y participa, en julio, en el II Congreso Internacional de Intelectuales en Defensa de la Cultura, celebrado en Valencia. En el órgano de prensa del Frente Sur, Hernández publica algunos trabajos, entre ellos “Aceituneros”, “Jornaleros” y “Andaluzas” que más tarde se incorporan a Viento del pueblo, editada en 1937. Esta obra fue creada bajo las duras condiciones impuestas por el acontecer histórico. En ella aparece una nueva faceta hernandiana que se corresponde con poeta y combatiente. Así lo expresa el poeta en la dedicatoria de la obra a Vicente Alexaindre:
Los poetas somos viento del pueblo: nacemos para pasar soplados a través de sus poros y conducir sus ojos y sus sentimientos hasta las cumbres más hermosas. Hoy, este hoy de la pasión, de vida, de muerte, nos empuja de un imponente modo a ti, a mí, a varios, hacia el pueblo. El pueblo espera a los poetas con la oreja y el alma tendida al pie de cada siglo. 3
Poco después, emprende un viaje a la UR SS para participar del V Festival de Teatro Soviético .
Hacia fines de 1937 nace su primer hijo, Manuel Ramón, quien muere a los diez meses. La muerte de su hijo, constituye un duro golpe para el poeta.
En 1938 escribe El pastor de la muerte, que resulta premiada en el Concurso Nacional de Literatura y prepara la pieza dramática El hombre acecha. La obra no llega a ser editada pues se pierde en el proceso de edición como consecuencia de la derrota republicana.
En 1939 nace su segundo hijo Manuel Miguel, a quien le dedica gran parte de los poemas de Cancionero y romancero de ausencias, entre ellos el popular “Nanas de la cebolla”.
Luego de la derrota del ejército republicano, en abril de 1939, Hernández viaja a Sevilla y Huelva en busca de ayuda; al no conseguirla intenta cruzar la frontera con Portugal. Allí es descubierto y devuelto a España donde lo espera la cárcel. El 15 de mayo de 1939 es puesto prisionero en Madrid, donde permanece hasta ser liberado en setiembre. Se desconocen las razones de su liberación pero se suponen que las gestiones realizadas por sus amigos, dentro y fuera de España, especialmente Neruda, fueron claves.
Se traslada posteriormente a Orihuela, donde nuevamente es encarcelado. En diciembre de 1939, es trasladado a otra cárcel de Madrid, la sexta cárcel que conoce. Allí es condenado a muerte bajo la acusación de pertenecer al Partido Comunista, intervenir en mítines y conferencias, escribir versos contra las fuerzas nacionales y contribuir con hechos y palabras a los muchos crímenes perpetrados en la zona roja.4 Más tarde, las presiones internacionales logran conmutar la pena de muerte por treinta años de cárcel. Las autoridades le ofrecen el indulto y la libertad con la condición de adherirse al movimiento, que Hernández rechaza indignado.
El 23 de setiembre de 1941 ingresa a la prisión de Palencia; el frío y el hambre comienzan a debilitar su salud y contrae una afección pulmonar.
Luego de deambular por sucesivas cárceles a lo largo y ancho de España, muere en una prisión de Alicante el 28 de marzo de 1942 . Poco antes de morir, contrajo matrimonio religioso con Josefina Manresa.
(1) Sánchez Vidal, Agustín: Introducción a Obra completa, en Hernández, Miguel: Obra completa, Poesía – Tomo I, Madrid, Espasa-Calpe, 1993, p. 35.
(2) Ídem, p. 71.
(3) Dedicatoria de Viento del pueblo a Vicente Alexaindre en Hernández, Miguel: Obra completa, Madrid,Espasa-Calpe p. 86.
(4) Sánchez Vidal, A., ob. cit. p. 107.
Cronología literaria:
Poesía
Perito en lunas, La Verdad, Murcia,1933.
El rayo que no cesa, Héroe. Madrid, 1936.
Viento del pueblo, Socorro Rojo Internacional, Valencia, 1937.
El hombre acecha,. Subsecretaría de propaganda. Valencia, 1939.
Cancionero y romancero de ausencia, Lautaro, Buenos Aires, 1958 (obra póstuma).
Teatro
Quién te ha visto y quién te ve y sombra de lo que eras, Revista Cruz y Raya, Madrid, 1934.
El torero más valiente, Revista El Gallo Crisis, Orihuela, 1934.
El labrador de más aire, Nuestro Pueblo. Valencia, 1937.
Teatro en la guerra, Nuestro Pueblo, Valencia, 1937.
Bibliografía:
Hernández, Miguel: Obra Completa, Tomo I y II, Madrid, Espasa Calpe, 2. da edición, 1993.