Nacionalización de los ferrocarriles

La Administración de Ferrocarriles del Estado (AFE) es el ente autónomo de la República Oriental del Uruguay encargado del transporte ferroviario y del mantenimiento de la red ferroviaria uruguaya.
Estación de Ferrocarriles General Artigas

Los trabajos de construcción de la primera línea de ferrocarriles en Uruguay comenzaron el 25 de abril de 1867, en el Paso Molino. El primer tramo, de 18 km entre Bella Vista y Las Piedras, se inauguró el 1º de enero de 1869. En 1884 el gobierno aprueba la Ley de Trazado General de Ferrocarriles, que regula y diseña el trazado de la red ferroviaria nacional. Ese plan estableció el sistema radial; todas las líneas convergían en Montevideo, ya que se reconocía la existencia de una ciudad-puerto dominante. En 1897 se inauguró la majestuosa Estación Central de Montevideo.

El 31 de diciembre de 1948 el parlamento uruguayo aprobó los proyectos para la adquisición de los ferrocarriles extranjeros, cobrando así parte de la deuda de 17 millones de libras esterlinas que el Reino Unido tenía con Uruguay debido a las compras realizadas durante la Segunda Guerra Mundial. El 31 de enero de 1949 se consuma la nacionalización.

Por la Ley 11.859 del 19 de setiembre de 1952, se crea la Administración de Ferrocarriles del Estado como Ente Autónomo, persona de Derecho Público que podrá ser designada por la sigla A.F.E., estableciéndose su domicilio legal en la ciudad de Montevideo. El Organismo se constituyó con los Patrimonios de los Ferrocarriles y Tranvías del Estado.
La Ley 11.859, que consagra la Ley Orgánica de A.F.E. fue a su vez, sustituida por la Ley 14.396 del 10 de julio de 1975 que establece las nuevas normas por las cuales regirá su actividad ésta Administración, estableciéndose que es “un Servicio Comercial Descentralizado en forma de Ente Autónomo”.

El ente ha pasado por varios momentos de crisis desde su nacionalización.

En noviembre de 1987 el gobierno presentó (como parte del "Plan Nacional de Transporte") la propuesta de destinar el ferrocarril únicamente al desplazamiento de cargas masivas a media o larga distancia. La propuesta fue aprobada por AFE el 8 de diciembre y el 16 del mismo mes la Presidencia de la República dispuso que A.F.E. discontinuara el servicio de pasajeros.

En muchas líneas de autobuses, las tarifas aumentaron 100% en menos de 24 horas. A cuatro días de suprimidos los servicios ferroviarios, mas de 30 localidades carecían de los prometidos servicios alternativos. Y cuando estos hicieron su aparición, sus prestaciones distaban mucho de satisfacer las necesidades de esos lugares.

El 18 de setiembre de 2002 se aprueba en el Parlamento la Ley Nº 17.556, cuyo artículo 150 transfiere al Ministerio de Transporte y Obras Públicas "los cometidos, facultades y bienes relativos a la infraestructura ferroviaria de AFE". El 1 de enero de 2003 el MTOP se hizo cargo de la infraestructura ferroviaria, de las estaciones y terrenos. AFE mantenía la propiedad de los talleres ferroviarios y remesas de Bella Vista, Peñarol, Sudriers, Piedra Alta, Paso de los Toros, Paysandú y Salto.

La infraestructura ferroviaria pasó nuevamente a manos de AFE a partir del 1º de enero de 2006.

Las primeras locomotoras tomaban la corriente de unos hilos, llamados catenaria, que hay encima de la vía; la corriente pasa a través de diversos elementos y finalmente alimenta los motores a tracción. Eran limpias y silenciosas.

Las locomotoras diesel, en cambio, deben transportar su propio combustible (gasoil) para alimentar el motor principal. El movimiento de este motor se transmite a las ruedas a través de un generador y un motor eléctrico. A pesar de tener un motor que “echa humo” contaminan muy poco. Pueden circular por cualquier línea y son también muy potentes. Son las que hoy utiliza nuestro ferrocarril.

El Presidente electo, José Mujica, aseguró la viabilidad del ferrocarril. Indicó que "el país se tiene que comprometer con la reconstrucción del ferrocarril" porque "nada es tan importante para las cargas pesadas como el ferrocarril”.

Las mercancías son transportadas en grandes trenes de carga. Los trenes actualmente pueden transportar de un solo viaje tantas toneladas como 30 camiones. Estas son las ventajas que tiene el ferrocarril para la economía de un país como el nuestro que está ubicado en un punto estratégico del continente.

En nuestro país, por su escasa densidad de población, hay pocos trenes de pasajeros. No obstante, por la continuidad del crecimiento económico y el congestionamiento de las carreteras serán imprescindibles en el futuro, especialmente en el “área metropolitana” y en las ciudades de la Costa. También podríamos pensar en la necesidad de trenes uniendo las capitales departamentales y las ciudades del Mercosur.

En el Congreso de Intendentes, el Presidente electo, José Mujica, planteó como prioridad del futuro gobierno: el ferrocarril. Reconstruir la infraestructura férrea que propiciará e impulsará el pronto desarrollo de una red de líneas de ferrocarriles para el transporte de cargas y la movilización, y la construcción de vías que posibiliten mejorar el transporte del ferrocarril.