Tennessee Williams | Autor: Orlando Fernandez, World Telegram staff photographer | Licencia: dominio público
La cultura sureña y su entorno familiar influyeron en los temas que desarrolló en sus obras.
Ernesto Schoo señala que Williams “Descendía de una de esas familias sureñas arruinadas por la Guerra de Secesión, que terminó con un estilo de vida considerado aristocrático o señorial. Los modales refinados, la elegancia y la cultura libresca eran valores en extremo apreciados por esa sociedad, dependiente de la esclavitud como mano de obra, en contraste con la agresividad empresarial de "los yanquis", que finalmente la aniquilarían. El sur norteamericano nunca remontó del todo ese fracaso, ni consintió en cerrar las heridas u olvidar los agravios. Hay una particular literatura sureña, identificable a primera lectura por la nostalgia, por el sentimiento de disolución y de inevitable derrota: Williams, Faulkner, Carson McCullers, Truman Capote han sido algunos de sus representantes señeros.” (1)
Recibió dos veces el Premio Pulitzer de teatro por Un tranvía llamado deseo, en 1948, y en 1955, por La gata sobre el tejado de zinc caliente. A su vez, fue premiado por la Crítica Teatral de Nueva York por El zoo de cristal (1945) y La noche de la iguana (1961). La rosa tatuada (1952) recibió el Premio Tony a la mejor obra.
Tiene como maestro a Chejov, como él mismo sostiene: "Aquel verano (2) me enamoré de los textos de Anton Chejov. Al menos, de sus muchos cuentos breves. Me iniciaron en una sensibilidad literaria con la que yo tenía, en esa época, muy estrecha afinidad. Ahora descubro que se guarda muchas cosas. Todavía estoy enamorado de la delicada poesía de su literatura y pienso que La gaviota sigue siendo la más grande obra teatral moderna, con la posible excepción de Madre Coraje, de Brecht." (3)
Las piezas teatrales de Williams dejan al descubierto, con gran realismo, seres atormentados, personajes marginados por una sociedad hipócrita y materialista que se debaten entre la virtud y la pasión, entre el bien y el mal, llenos de simbología sexual y religiosa y en donde la mujer tiene siempre un papel dominante.
Es de tanta trascendencia su obra, que no solo el teatro la representó y sigue representando, sino que el cine la llevó a la pantalla grande:El zoo de cristal, Un tranvía llamado deseo, La gata en el tejado de zinc caliente, Verano y humo (o Excentricidades de un ruiseñor), La rosa tatuada, De repente, el último verano, Dulce pájaro de juventud, La noche de la iguana, entre otras.
Con menor éxito, Tennesse Williams publicó cuentos, novelas y poemas, y es muy revelador su libro Memorias, escrito en 1975, en el que plasma sus miedos, sus angustias, sus sentimientos.
(1) Schoo, Ernesto. Un deseo llamado Tennessee. Suplemento Cultura de LA NACION - Buenos Aires.28 de noviembre de 2004. En: http://letras-uruguay.espaciolatino.com/aaa/williams/tennessee.htm
(2) 1944
(3)Williams, Tennessee. Memorias. Editorial Bruguera, España. 1982
Responsable: Prof. Iris Caramés Beltrán